
(julito)


(...)Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria, que goleada que hicimos, que paliza que les dimos, o llora su derrota, otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estado se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, ya que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas, después de la muerte del carnaval.
Eduardo Galeano, El futbol a sol y sombra.
"El Hincha"